En Almendralejo existe Xtrene, una asociación sin ánimo de lucro en la que se reúnen personas con interés en aprender y compartir conocimiento en torno a la tecnología digital.
Comenzó su andadura en 2013, cubriendo las áreas de Arduino, Impresión 3D, Robótica, Diseño 2D/3D, Metodologías, Electrónica Creativa, Minecraft, ... , y tiene en marcha proyectos como "Kannibal 3D", "Teatrino" y AgroXtrene.
A esta oferta hay que sumar talleres de robótica educativa Lego, a cargo de Raúl Lopezosa, y que estarán enfocados en niños a partir de los nueve años. De forma complementaria, habrá talleres tecnológicos para quienes no puedan acudir a estas actividades durante la semana, por lo que se ha organizado esta alternativa que tendrá lugar en las jornadas de los sábados por diez euros cada sesión. A su vez, siempre que existan personas interesadas se organizarán Workshop durante los fines de semana para fabricar máquina recreativa y también están creando un portal de formación Online.
Al frente de todo esto están David Carretero y su presidente Carlos Cano.
También hay otro espacio, aunque algo más lejos de mi localidad, el Smart Open Lab, presentado por la Escuela Politécnica de Cáceres y que dispone de las herramientas tecnológicas necesarias para desarrollar proyectos y abierto a toda la sociedad.
Se puso en marcha en El primer FabLab extremeño y el décimo del país es en realidad un Smart Open Lab --conocido como SOL por sus iniciales--, un germen de FabLab, puesto que no cumple aún todos los requisitos necesarios, solo le falta la maquinaria más costosa. Salvo esa cuestión, el SOL de Politécnica cumple a raja tabla con esta filosofía. "Su acceso es abierto a todas las personas que quieran, sean o no de la universidad; cumple con un decálogo que incluye normas de uso y seguridad; dispone de herramientas básicas para la fabricación de objetos; y pertenece a una red mundial de FabLab que permite compartir iniciativas en red", explicó ayer el profesor Antonio Gordillo, responsable de este nuevo espacio, durante la presentación del laboratorio de la Uex. Sí dispone de aparataje básico, incluidas dos impresoras 3D, una fresadora, drones,... algunos incluso reciclados por ellos mismos, pero faltan los más costosos: una cortadora láser, otra de vinilo, un minihorno de convención... "La inversión es pequeña, con 50.000 o 100.000 euros se puede montar un FabLab", destaca.
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